EL LOBO EN CATALUÑA: PASADO Y PRESENTE

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Por Sergi Cassanmagnago (ADLO Pirineo)

El lobo (Canis lupus) es una figura emblemática de la fauna salvaje que desde tiempos inmemoriales ha estado presente en leyendas y relatos populares. Ha despertado desde fascinación hasta temor a lo largo de los siglos, habiendo sido perseguido casi hasta su extinción. En las últimas décadas ha experimentado una leve recuperación en Europa, que lo ha convertido en objeto de debate e, incluso, de ideología política debido a cambios en su estatus de protección, un conflicto que actualmente se encuentra en su punto más álgido.

Los lobos han habitado Europa durante cientos de miles de años. En la Península Ibérica hay registros fósiles de Canis lupus que datan de hasta 400.000 años de antigüedad [1]. Hasta hace pocos siglos, su presencia se extendía prácticamente por toda Eurasia y América del Norte, y ha sido durante estos últimos siglos que sus poblaciones se han ido fragmentando, principalmente debido a la presión humana, dando lugar a las diferentes subespecies que tenemos hoy en día.

En gran parte de la Península Ibérica, el lobo ibérico (Canis lupus signatus) fue cazado sistemáticamente hasta su extinción a finales del siglo XX, quedando una población estable aislada en el noroeste de la península y en algunos puntos de Andalucía, región donde, lamentablemente, se ha declarado extinto en la última década. En Cataluña, el lobo sufrió el mismo destino, siendo la última cita oficial de un lobo abatido en tierras catalanas del año 1929, en los Ports de Tortosa-Beseit [2].

La reaparición del lobo en Cataluña

No fue hasta el año 2004 que se volvió a detectar la presencia de lobo en territorio catalán [2]. Después de casi un siglo desde su extinción en Cataluña, se documentaron pruebas que indicaban su presencia desde el año 2000 al Parque Natural Cadí-Moixeró. Las pruebas genéticas confirmaron que los lobos detectados eran de origen itálico (Canis lupus italicus) y que seguramente venían de las poblaciones del Mercantour y habían cruzado el estado francés hasta llegar al Pirineo oriental. Esto fue un hecho inesperado ya que se creía que los lobos que volverían a llegar a Cataluña serían de origen ibérico, porque esta era la subespecie que había habitado anteriormente a su extinción local.

Imagen de un lobo itálico captada en el Pirineo Catalán (colaborador de ADLO Pirineo).

Aunque las poblaciones de lobo itálico del Mercantour se encuentran a una distancia parecida al Pirineo catalán que las poblaciones de lobo ibérico más cercanas, que el lobo itálico haya sido capaz de cruzar el estado francés hasta llegar al nuestro país pone en evidencia que las poblaciones de lobo ibérico sufren una elevada presión humana en forma d enverenamientos y de caza en los límites orientales de su distribución [2], y que consecuentemente apenas han podido expandirse hacia el este desde la década de los 80 en la que empezó la ligera expansión de esta subespecie.

Durante los últimos veinte años han ido llegando lobos dispersantes de forma esporádica a algunas comarcas del Pirineo y Prepirineo, el Alt Empordà, el Bages, el Baix Empordà, el Barcelonès, el Moianès, el Solsonès, y el Vallès Oriental [8], algunos de los cuales se han establecido de forma estable y otros que se han ido al cabo de poco tiempo. Sin embargo, el lobo en Cataluña sigue extinto como especie reproductora, ya que desde su reaparición no ha habido ninguna reproducción ni se ha establecido ningún grupo o manada, y mucho menos un cruce con lobo ibérico que tan beneficioso sería para la mejora de la calidad genética de la especie. Una de las causas principales es que prácticamente todos los lobos dispersantes que han llegado, debido a su tendencia a recorrer más distancias en busca de hembras, han sido machos. No obstante, la detección de una hembra el pasado otoño en el Alt Empordà abrió la puerta a una posible reproducción y a el establecimiento del primer grupo desde su extinción en Cataluña, noticia usada por algunos de los grandes medios de comunicación para perpetuar la demagogia que llevó al lobo a extinguirse en Cataluña en primer lugar [9].

¿Por qué conviene que haya lobos?

Como podemos ver, la historia nos demuestra que los lobos siempre se han visto de forma negativa y como algo a combatir y eliminar. Sin embargo, estudios científicos hechos durante las últimas décadas nos dan una perspectiva muy diferente, en la cual su presencia es beneficiosa [3][4]. Contrario a lo que podríamos creer inicialmente, su presencia en nuestros bosques no es una cuestión meramente estética o de construir un zoológico a gran escala. La reaparición del lobo es tan importante porque el rol que este lleva a cabo afecta positivamente a los ecosistemas.

Imagen de un lobo itálico captada en el Pirineo Catalán (ADLO Pirineo).

El lobo es un depredador apical que afecta directa e indirectamente a muchas de las especies con las cuales convive. En reintroducciones de lobos hechas en zonas donde se habían extinto previamente, se ha observado cómo su presencia en el ecosistema desencadenaba una cadena trófica afectando al comportamiento y densidad de sus principales presas y, consecuentemente a las diferentes especies de plantas y brotes de los cuales estas se alimentaban. Esto ha permitido su crecimiento en zonas donde previamente había una alta densidad de ungulados, y ha facilitado el alimento a otras especies que se benefician indirectamente de la presencia del lobo por esta reducción de ungulados. Los efectos de esta cadena trófica son acumulativos y pueden culminar en cambios en la forma de los ríos y de la vegetación del medio [3].

El principal obstáculo para las poblaciones ya asentadas de lobo es la creencia de una parte del sector ganadero de que la presencia de este depredador conlleva un riesgo de sufrir ataques al ganado. Este afirma que conviene regular sus poblaciones mediante la caza y el uso de trampas y venenos para reducir estos ataques. Aunque parezca tener cierta lógica, estudios científicos hechos al respecto han demostrado que los controles letales de las poblaciones de lobos acaban provocando el efecto contrario [5][6].

Estos estudios han observado que al ser una especie que transmite conocimiento de los individuos adultos a los jóvenes y que requiere de manadas estructuradas para cazar presas complicadas como el jabalí adulto, cazar lobos supone una fragmentación de les manadas y, consecuentemente impide la obtención de conocimientos y la habilidad para cazar presas silvestres. Este hecho causa que los miembros de la manada pasen a ser solitarios y sean mucho más propensos a atacar al ganado debido a que pasa a ser una opción más disponible que las presas silvestres. Se ha demostrado constantemente que medidas no letales como la protección del ganado mediante cierres eléctricos o el uso de mastines son alternativas más eficientes que la caza para reducir el conflicto entre este y el sector ganadero.

La rebaja de la protección del lobo

La situación crítica del lobo en toda Europa a la segunda mitad del siglo XX impulsó que muchos de sus estados miembros aplicaran medidas de protección de la especie, lo cual ha propiciado un cierto incremento de su población durante las últimas décadas acompañado de una ligera expansión de su distribución. Aun así, este aumento no ha sido suficiente como para que se considere que su situación actual a nivel europeo sea favorable, por esto su estatus de protección a Europa ha sido de ‘estrictamente protegido’ durante las últimas décadas. Esto es porque, en muchos casos, las poblaciones han seguido aisladas las unas de las otras y a esto se le suma la mala calidad genética consecuente de la pérdida de diversidad en las fases más críticas de la especie de los siglos pasados [7].

lobo ibérico macho (Arturo de Frias Marques)

Aunque los estudios mencionados previamente evidencian tanto los efectos positivos que los lobos tienen en los ecosistemas como la situación frágil de la especie y la ineficacia de la caza como herramienta para reducir el conflicto con la ganadería, durante este último año hemos visto como el lobo se ha ido convirtiendo cada vez más en una arma política que algunos partidos han usado para complacer a movimientos de una parte del mundo rural, vendiendo al lobo como la causa de muchos de sus problemas para así obtener más votos. Esto ha culminado en que este mes de mayo el parlamento europeo haya aprobado definitivamente, contrario al consenso científico, la propuesta de rebajar el estatus del lobo de ‘estrictamente protegido’ a ‘protegido’, hecho que permite su caza siempre y cuando los estados miembros cumplan con su obligación de garantizar el estatus favorable de su conservación, [10] que como hemos visto antes, ya contradice la conservación de la especie según el consenso científico.

Aunque España votó en contra de esta propuesta y que consecuentemente en un principio esta rebaja de protección no afectaba al lobo ibérico, este mes de marzo el Senado [11] coló como enmienda la extracción de las poblaciones de lobo al norte del Duero del listado de especies silvestres en régimen de protección especial (LESPRE) en una ley enfocada en el desperdicio alimentario. Se alegó que la inclusión del lobo en este listado el año 2021 supuso un incremento importante de sus poblaciones y de los daños que causados a la ganadería, y que por lo tanto hay que gestionar sus poblaciones. Esta propuesta ha sido aprobada con los votos del PP, EA PNV, Junts, Vox y Unión del Pueblo Navarro, y este mes de abril ya han empezado las primeras cacerías de lobos en Asturias y Cantabria, todo sin ni respaldo científico ni que el estado haya publicado aún la última versión del censo sexenal del lobo y que por lo tanto no se tenga conocimiento del estatus actual de la especie, incumpliendo ya de esta forma con la legislación europea. Este censo poblacional del lobo se ha publicado el viernes 27 de junio, y ha concluido que el estado de conservación de este a nivel nacional es desfavorable, desmintiendo así las alegaciones que hicieron los sectores partidarios de su cacería para aprobar la rebaja de su protección. Este conflicto aún no se ha resuelto a día de hoy, habrá que ver si el estado decidirá hacerle caso a la ciencia o si se decantará por los sectores que siguen promoviendo la cacería de lobos aún sabiendo la situación vulnerable en la que se encuentra.

Situación del lobo en Cataluña

Tal y como hemos comentado previamente, Cataluña no ha vuelto a tener una población reproductora de lobos desde que estos fueron eliminados localmente durante las primeras décadas del siglo pasado, y su presencia en nuestro territorio se ha visto limitada a los ejemplares dispersantes que han ido llegando. Así mismo, las rebajas de protección del lobo a nivel europeo y estatal han dado pie a que surjan movimientos ganaderos que se oponen tanto al asentamiento de poblaciones de lobo como de cualquier otra especie de depredador que les pueda suponer un mínimo inconveniente, como ha pasado con el lince ibérico aunque este pueda regular las sobrepoblaciones de conejos que afectan a partes del territorio [12]. Igual que pasa en Europa y en el resto de España, estos movimientos culpan al lobo de gran parte de los problemas del sector primario y niegan que la convivencia entre el lobo y la ganadería sea posible.

Concretamente, la Associació de Productors d’Oví i Cabrum del Pallars (APROVI) ha impulsado una moción resultante de un ataque de lobo a un rebaño a Castell del Mur a principios de esta año. Esta moción insta a los municipios del Pallars a declararse ‘libres de lobos’ debido según ellos a la incompatibilidad entre los lobos y la ganadería [13]. Esta moción hecha con un claro tono demagógico no solo no tiene ningún tipo de respaldo científico, sino que contradice la ciencia en múltiples ocasiones afirmando que el lobo es un peligro directo para las personas o que la llegada del lobo itálico romperá el equilibrio de los ecosistemas. Además, hace referencia a la rebaja de protección del lobo a nivel europeo y estatal como argumento para impedir el establecimiento de poblaciones estables de lobo en Cataluña, pese a que, como hemos visto antes, estas dos rebajas se han hecho dentro del contexto de ‘regular las poblaciones de lobo’ y de ‘gestionar el conflicto entre el lobo y la ganadería’. Aunque ninguna de estas afirmaciones tiene respaldo científico, en ningún caso se cuestiona que el lobo tiene que estar presente a nivel europeo y estatal, respectivamente. Por lo tanto, querer impedir que haya lobos en Cataluña contradice incluso las rebajas de protección en las que se basa.

Como última reflexión, creemos que tanto el retorno del lobo como la presencia de especies de carnívoros en general son cosas positivas y que se tendría que valorar el impacto positivo que aportan a nuestros ecosistemas en vez de magnificar los hechos negativos en cada ocasión, a menudo descontextualizados, con el fin de alimentar el miedo y distorsionar el debate. El reto de la convivencia entre ganadería y fauna salvaje es real, pero no tendría que implicar el fin del mundo rural. Al contrario, hay que trabajar para que la coexistencia sea posible y sostenible pero hay que abordarlo con datos, responsabilidad y criterios técnicos y científicos, no en titulares y mociones alarmistas.

Sergi Cassanmagnago. Asociación por la defensa del oso y del lobo

Referencias bibliográficas

[1] MUÑOZ, P. L. (2015). Estudio histórico y situación actual del oso pardo (Ursus arctos) y el lobo ibérco (Canis lupus signatus) en el espacio natural protegido de la Sierra de la Demanda, Burgos.

[2] Barba, A., Colom Cadena, A., & López Suárez, M. (2011). El retorn del llop a Catalunya: anàlisi de les repercussions socials i legals.

[3] Ripple, W. J., & Beschta, R. L. (2012). Trophic cascades in Yellowstone: the first 15 years after wolf reintroduction. BiologicalConservation, 145(1), 205-213.

[4] Weiss, A. E., Kroeger, T., Haney, J. C., & Fascione, N. (2007, March). Social and ecological benefits of restored wolf populations. In Transactions of the North American Wildlife and Natural Resources Conference (Vol. 72, p. 297).

[5] Hindrikson, Maris, et al. «Wolf population genetics in E urope: A systematic review, meta‐analysis and suggestions for conservation and management.» Biological Reviews 92.3 (2017): 1601-1629.

[6] Imbert, C., Caniglia, R., Fabbri, E., Milanesi, P., Randi, E., Serafini, M., … & Meriggi, A. (2016). Why do wolves eat livestock?: Factors influencing wolf diet in northern Italy. Biological Conservation, 195, 156-168.

[7] Bruns, A., Waltert, M., & Khorozyan, I. (2020). The effectiveness of livestock protection measures against wolves (Canis lupus) and implications for their co-existence with humans. Global Ecology and Conservation, 21, e00868.

Recursos electrónicos

  1. Medi Ambient i Sostenibilitat: https://mediambient.gencat.cat/ca/05_ambits_dactuacio/p atrimoni_natural/fauna-autoctona-protegida/gestio-especi es-protegides-amenacades/mamifers/llop/
  2. RAC1: https://www.rac1.cat/animals/20241011/205312/per-que- perill-llop-detectat-catalunya-sigui-femella.html
  3. Parlamento Europeo: https://www.europarl.europa.eu/news/en/press-room/202 50502IPR28221/wolves-meps-agree-to-change-eu-protec tion-status
  4. Senado Español: https://www.abc.es/sociedad/senado-cuela-enmienda-reb aja-proteccion-lobo-ley-20250312184714-nt.html
  5. Acuerdo para la pagesia catalana: https://naciodigital.cat/impacte/terra/govern-renuncia-rei ntroduir-linx-iberic_2082889_102.html
  6. APROVI Pallars: https://www.instagram.com/p/DHsv3RRt8PA/?img_inde x=1

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