Tras la pista del oso pardo, el lobo y el furtivismo

Una de las líneas de trabajo de la Asociación, aparte de la divulgación, es el seguimiento del oso pardo y el lobo gracias a las 10 cámaras autorizadas por el SFF. Posteriormente clasificamos todas las especies detectadas en tablas y así aprovechamos la información de nuestras cámaras para el seguimiento de otras especies igualmente interesantes.

Iniciamos un proceso de seguimiento con el fin de monitorizar y obtener datos que ayuden a preservar el bienestar de estas dos especies, con especial atención a la recuperación del lobo en tierras pirenaicas. Actualmente, el mayor volumen de datos obtenidos sobre la recuperación del lobo en Catalunya se concentran en comarcas pre-pirenaicas (Alt Urgell, Solsonés e incluso Moianés) y regiones pirenaicas como Pallars Sobirà, Ripollés y Val d’Aran. Creemos que la expansión del lobo se extiende a lo largo de todo el Pirineo pero cuyas detecciones se reducen a medida que la densidad demográfica humana aumenta. Uno de los objetivos de ADLO es extraer datos fotográficos del lobo, cuyo estado de conservación se cataloga como “especie reproductora extinta”, con el fin de identificar individuos y localizar la primera hembra reproductora que permita la obligatoriedad de aplicar proyectos de recuperación para la especie.

Respecto al oso pardo, ya existen estudios sistemáticos desde los 90. La aportación de ADLO se concentra en extraer datos fotográficos, huellas, excrementos, etc. que ayuden para el estudio de la especie y poner en valor aspectos socio-ecológicos a mejorar y que requieran una mayor actuación por parte de la administración, poniendo especial énfasis en la caza descontrolada en territorio osero y el furtivismo.

No nos olvidamos del resto de especies catalogadas con diferentes grados de conservación y cuyo trabajo indirecto por parte de la asociación (avistamientos fortuitos, fototrampeo, etc.) ayudará a aportar datos a las entidades que velen por su protección: gato montés, urogallo, perdiz nival, etc.

Empezamos a trabajar para conseguir los objetivos fijados con el fin de preservar el bienestar de los grandes carnívoros del Pirineo y mejorar su coexistencia con el mundo ganadero. Poco a poco hemos ido arañando metros al hábitat de estas dos especies hasta el punto de tratarlas como alimañas. Se han perseguido y abatido indiscriminadamente durante siglos y hemos causado un desequilibrio ecosistémico sin precedentes que solo puede recuperarse, en gran medida, gracias estas dos especies.

Se ha demostrado durante décadas que la caza es la forma más estéril de matar individuos que podrían ser una gran fuente alimenticia para la cúspide de la cadena trófica.Tanto el lobo como el oso rehúye del ser humano por nuestro olor, este comportamiento evasivo se incrementa con otros signos de nuestra presencia como el ruido (disparos, turismo, tráfico, etc.) haciendo que decidan no volver más a aquellas zonas que podrían haber sido adecuadas por sus recursos tróficos. Entre todos tenemos que trabajar para crear hábitats adecuados y corredores naturales protegidos. Tenemos la obligación de cuidar nuestro patrimonio natural para que nuestra biodiversidad no se vea afectada.