MEDIACIÓN: acompañando al pastor y a los productores locales

0

Abordar el punto que genera el mayor conflicto de convivencia es uno de nuestros objetivos.

 

Ante la falta de formación del pastor para gestionar conflictos con el oso pardo —una realidad que ellos mismos han transmitido a ADLO, especialmente los pastores de alta montaña que hacen la temporada de verano en el Pirineo— consideramos oportuno llevar a cabo tareas de acompañamiento exclusivamente en situaciones donde existan indicios de presencia del animal. Este acompañamiento consistiría en realizar tareas de observación en la zona afectada por ataque o presencia de oso pardo o lobo, en coordinación con los pastores y con el equipo de seguimiento oficial.

El pastor, ante la presencia del oso, se siente abandonado por la administración. Ante esta situación, nosotros, de forma voluntaria, hemos organizado un equipo de seguimiento con la intención de acudir a los lugares donde se han producido avistamientos de osos cerca del rebaño, depredaciones o ataques a colmenas.

Contrariamente, el equipo de seguimiento de la Generalitat o del gobierno autonómico correspondiente, debido a la falta de personal y tiempo, suele retirarse tras registrar el indicio, sin mayor seguimiento. Este desamparo y sensación de abandono nos lo transmiten algunos pastores a través de ADLO.

Como consecuencia, los pastores canalizan este sentimiento de desprotección en un discurso negativo —e incluso hostil— hacia el oso. Es en este punto donde se fractura el vínculo entre oso, ganadería y administración.

Durante nuestras visitas en los impresionantes páramos pirenaicos, a pocos kms. de nuestra sede.

Jornadas Convivencia ganadería-oso pardo en el Pirineo, 

donde escuchamos la opinión de uno de los pastores estivales.

ADLO puede contribuir a esta labor de mediación mediante un proyecto financiado, aportando una o varias personas a jornada completa para que asuman esta función de acompañamiento. El objetivo es reducir el sentimiento de abandono frente a la presencia del oso pardo o el lobo y, al mismo tiempo, mejorar la percepción de ambas especies entre el sector ganadero.

Además del acompañamiento al pastor de alta montaña, se incluyen también tareas de sensibilización. Estas acciones se centran en reforzar la importancia del uso de mastines, la implementación de medidas de protección adecuadas y la recogida de las necesidades y preocupaciones del pastor para trasladarlas al coordinador del equipo de seguimiento.

En caso de avistamiento de oso pardo o posible presencia de lobo, se dará aviso inmediato al coordinador con el fin de activar la movilización del equipo de seguimiento oficial.

Ejemplos prácticos

En 2025, realizamos de forma voluntaria una prueba piloto en uno de los páramos pirenaicos más extensos de la cordillera, situado cerca de nuestra sede. Esta acción de mediación se llevó a cabo tras un ataque de oso a varias colmenas en una zona de expansión.

Durante varios días mantuvimos un diálogo constante con el propietario de la finca —quien también es pastor—, explorando conjuntamente soluciones temporales para proteger las colmenas, ya que las medidas suministradas por la administración no son 100% eficaces frente a la astucia de cualquier oso, según hemos corroborado con otra entidad con una dilatada experiencia en el cantábrico.

Asimismo, abordamos posibles estrategias de protección para su rebaño durante los días de verano, periodo en el que este ejemplar de oso se desplazó más al sur de lo habitual respecto al área que frecuenta el resto del núcleo poblacional úrsido.

Pastor eléctrico que instaló protocolariamente la administración

Finalmente, llegamos a la conclusión de instalar, de forma provisional, dos sistemas de alerta acústica —sirenas— que se activan cuando cualquier intruso se acerca al apiario: uno cubriendo el lado sur y otro el lado norte de las colmenas. A su vez, el dispositivo nos envía imágenes cuando el avisador acústico se activa, de modo que estamos informados en tiempo real de lo que sucede en el apiario. Las alarmas acústicas son sistemas empleados en otros países de Europa, donde han demostrado un alto porcentaje de éxito.

Una de las dos cámaras instaladas en la finca

Un ejemplo del funcionamiento con un corzo.

Por otro lado, tenemos previsto suministrar al pastor/apicultor un sistema de protección probado exitosamente en el cantábrico por una de las entidades más importantes de España en cuanto a la protección del oso. Unos sistemas muy fiables y que poco o nada tienen que ver con las endebles medidas de protección que instala la administración actualmente al sur de Pirineos y cuya verdadera finalidad es abaratar costes y no buscar una protección real. Unos costes que no van más allá de lo gastado en una cinta para montar el pastor eléctrico (10-20€) y las varillas corrugadas. Los costes del nuevo vallado lo financiará ADLO.

Material instalado por la Generalitat:

 

Precio de la cinta, 15-20€

Precio de la varilla, entre 1-2€

Al margen de las alarmas acústicas provisionales, los sistemas de protección que utilizamos están basados en el modelo empleado por una entidad de reconocida trayectoria en la Cordillera Cantábrica, cuyo asesoramiento y experiencia nos han sido de gran ayuda. Gracias a su orientación, hemos comprendido que, para proteger al oso, es imprescindible proteger de forma rigurosa aquello que lo estigmatiza. Es evidente que a cualquier oso le resulta atractiva una miel de calidad como la que se produce en nuestras montañas, y cuando tiene la oportunidad, atacará aquellas colmenas que no estén debidamente protegidas. Ambas medidas han supuesto una fuerte inversión económica para ADLO, que únicamente se financia con las cuotas de sus socios y donaciones privadas. Aún así, hemos invertido más de lo que ha invertido la Generalitat en la mayoría de las colmenas: solo cinta conductora, varillas y un pastor eléctrico prestado. Esta inversión nos servirá como prueba piloto y ejemplo práctico para que otros apicultores realicen esta inversión para proteger sus colmenas.

Pelo de oso recogido por ADLO a 10 metros de las colmenas

La instalación de tres hilos conectados a un pastor eléctrico resulta claramente insuficiente. Este tipo de medidas no solo no evitan el daño, sino que contribuyen a generar una imagen negativa del oso cuando este, en su intento de acceder al recurso, logra sortear la protección escarbando, pasando entre los hilos o incluso por encima, especialmente si el terreno —como ocurre en este caso— facilita el acceso mediante un talud a pocos centímetros del apiario.

No se trata de una crítica a los técnicos que han llevado a cabo estas instalaciones, en absoluto. La responsabilidad recae, más bien, en la falta de implicación por parte de los gobiernos autonómicos, como la Generalitat de Catalunya, en el ámbito de la prevención, y especialmente en lo que respecta a la mediación y al interés real por el bienestar de las personas afectadas. Así nos lo han expresado los propios afectados en las conversaciones que hemos mantenido.

Piedras de grandes dimensiones movidas por el oso al lado de las colmenas:

Estos sistemas que aplicaremos consisten en la instalación de unas estacas de madera con una malla ganadera sin dejar espacio para el paso de un oso. De esta forma la descarga eléctrica suele producirse en el hocico. Al mismo tiempo, la malla ganadera también cubre la parte del suelo impidiendo que el oso escarbe y pueda acceder al recinto donde se encuentra uno de los alimentos más suculentos para el oso, la miel. Uno de los puntos débiles de las medidas que aplica la administración es la facilidad con la que el oso puede escarbar para no tocar el hilo, como así nos transmitió uno de los apicultores afectados del Alto Pallars con quien estuvimos conversando.

Durante este trabajo de mediación —aunque preferimos no llamarlo así, sino trabajo de empatía—, algo de lo que carecen absolutamente los despachos de Medio Ambiente de los diferentes gobiernos autonómicos, donde, a través de estériles mesas de trabajo sobre grandes carnívoros, se buscan aparentes acuerdos de complacencia que, a la hora de la verdad, en el campo, no se llevan a cabo, evidenciando una realidad muy distinta: pastores y apicultores con un profundo sentimiento de abandono, que canalizan esa frustración contra el menos culpable de todos: el oso.

Otra de las 3 cámaras 4G instaladas en zonas próximas,
en fincas privadas, creando un perímetro vigilado por ADLO.

En el mes de septiembre organizaremos unas jornadas de coexistencia dirigidas a apicultores y vecinos donde la entidad conservacionista que colabora con nosotros realizará la instalación de la nueva valla y una explicación teórica sobre la protección de los apiarios en el Cantábrico. En breve actualizaremos toda la información referente a esta actividad.

    • Fechas de la mediación:

Meses de verano

    • Financiación: 

Alta. Económica (personal dedicado) y material (Walkie Talkies, prismáticos, vehículo 4×4, tienda de campaña, equipos de protección de colmenas, dispositivos de alerta, etc.)

*Prueba piloto sin financiación realizada en el Pallars Sobiràentre junio y septiembre de 2025.

Si deseas realizar una aportación: info@adlopirineo.org

¡Gracias!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *