por Jesús-pau Vázquez Vilardell / Valls d’Àneu

Hoy hace 2 años de la muerte de Caramelles, una osa asesinada en el Couserans al encontrarse en medio de una batida de jabalíes a 10 kms de la frontera Pallars Sobirà/Val d’Aran. Iba acompañada de dos cachorros, Titán y Asper. Aún no entendemos por qué se organizan batidas en zonas de cría ni el uso de perros de caza en ecosistemas cuyo equilibrio penden de un hilo.

Caramelles, 2014, Alt Pirineu

Caramelles también frecuentaba los bosques de nuestra casa, en el Alt Àneu, y llegó a tener una descendencia muy importante, siendo una de las hembras más prolíficas del Pirineo. Hija de la osa Melba, también asesinada por un cazador cuando iba con 3 cachorros (un año después de ser introducida), Caramelles ha sido junto con Cachou, Gribouille y Sarousse la razón de existencia de nuestra Asociación de protección.

Son únicamente 4 casos conocidos de otras muchas muertes que no han salido a la luz porque sus cadáveres no han sido encontrados. Recordemos que los 4 osos fallecidos en 2020-21 supuso el exterminio del 6% de la población osera del Pirineo. La Asociación trabajará para preservar la seguridad de la especie ante el furtivismo clandestino y organizado de comarcas como Val d’Aran y Ariège. Recordemos también que no hace mucho existía una plataforma anti-osos constituida por más de 140 personas y en Francia tenemos grupos como el 9G y otros grupos armados que han declarado la guerra al oso.

Gracias, Caramelles. Siempre en nuestro recuerdo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *