Muere atropellado el oso Juan Carrito
por Jesús-Pau Vázquez Vilardell
Hace unas semanas nos levantamos con la triste noticia del atropello de Juan Carrito, un oso peculiar que recibió el amor-odio de la sociedad italiana que visitaba o residía en el Parque Nacional de los Abruzos y es que Juan era famoso por sus incursiones en lugares habitados por humanos.
No era un oso cualquiera.
Hacía años que Juan Carrito (de la subespecie marsicanus) se había convertido en el símbolo del Parque por sus fechorías. Una imagen simpática que le sirvió para ganarse la confianza de los humanos y obtener de ello un beneficio. No somos partidarios de que un animal salvaje interactúe con aquellos que un día lo exterminaron pero este caso es un ejemplo de cómo un individuo, ciertamente repudiado por un sector oligárquico de la sociedad, es capaz de mejorar su percepción social hasta caer en gracia.
La muerte del oso italiano ha entristecido a los habitantes de la región que habían visto con su presencia un importante y simpático reclamo publicitario y se cree que no se ha hecho lo suficiente para protegerlo. La subespecie marsicana es única en el mundo y quedan muy pocos ejemplares. Algunas medidas preventivas podrían evitar el atropello de la fauna del Parque Nacional de los Abruzos, rica en biodiversidad pero con el asedio constante de la especie humana y sus costumbres.
Posiblemente Juan Carrito logró, con algunas de sus estampas, mucho más que la mayoría de las entidades ecologistas que trabajamos para mejorar la imagen del oso pardo. En algunas imágenes podemos ver al oso italiano bebiendo de fuentes públicas, caminar por la andana del tren, dormir en los pueblos y robar galletas en tiendas de comestibles de Roccaraso.
Hoy Juan Carrito ya no está con nosotros. Una vez más la presión humana con sus barreras de asfalto acabó con su vida y con ello una leyenda de los Apeninos. Descansa en paz, Juan.
Muy triste final !! 💔
ciertamente, lo es… y está ocurriendo con nuestros osos ibéricos este verano en el Cantábrico.