Se prohíbe por primera vez la caza en territorio osero

2 años atrás ADLO

El espíritu de Sarousse sigue vivo

El Gobierno de Aragón establece una serie de medidas para que no vuelvan a ocurrir los graves hechos acaecidos hace dos años en el Valle de Bardají donde la osa Sarousse fue abatida por un cazador. Una de las medidas es la prohibición de la caza en las reservas de los Valles de Ansó, Hecho y Benasque donde hay presencia de osos de forma permanente (entre ellos Claverina). Este hecho se ha llevado a cabo gracias a la petición de varios grupos ecologistas.

Esta modificación del plan cinegético aragonés en reservas de caza realizada por el departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente constituye un primer paso para garantizar la seguridad y protección en esta zona expansiva susceptible de conflictos como ocurrió con el caso Sarousse. Desde la asociación esperamos que tales actuaciones se extrapolen al resto del Pirineo, especialmente en zona de presencia permanente del oso pardo. Ante este precedente, desde ADLO Pirineo iniciamos una petición dirigida a la administración en que solicitaremos la prohibición de la caza, especialmente con perros de presa, en territorio osero para todo el Pirineo catalán.

La osa Sarousse fue abatida hace dos años en un marco de protección muy escaso. El plan de recuperación del oso pardo en Aragón tenía sus lagunas. No ha sido hasta la repercusión mediática del caso Sarousse -acompañado de una serie de inexactitudes entre los datos extraídos de la necropsia y las declaraciones del cazador- que se empezó a estudiar una modificación de los planes cinegéticos en territorio osero. Sarousse murió tras ser perseguida por un perro y luego dirigirse hacía el cazador. Recibió tres tiros en el pecho, según el cazador y sus compañeros, y dos según los datos de la necropsia: uno en la mano derecha y otro en el húmero izquierdo hasta traspasar el tórax.

Este caso ha servido de precedente y su muerte no ha sido en vano. A lo largo de los tiempos la naturaleza ha sido capaz de autorregularse sin la intervención humana, a día de hoy los motivos que emplea el Gobierno de Aragón para realizar batidas de jabalí son los siguientes (Boletín oficial de Aragón):

Agricultura y ganadería: daños a cultivos y cabañas ganaderas, pérdida de producciones, etc.

Salud pública: reservorio y fuente de enfermedades infecciosas para seres humanos
(hepatitis E, tuberculosis, triquinosis, etc.).

Seguridad vial: accidentes de tráfico graves, cada vez más frecuentes, en ocasiones con
daños personales irreparables.

Seguridad ciudadana, asociado al riesgo posible de ataques a viandantes o sus mascotas en zonas periurbanas.

Medio ambiente: competencia por los recursos y degradación de hábitats, incluyendo la
interacción con otras especies silvestres, como la perdiz roja u otras con un régimen de especial protección.

Sanidad animal: posible fuente de diseminación y mantenimiento de enfermedades transmisible a la ganadería doméstica (peste porcina africana, peste porcina clásica, tuberculosis,
brucelosis, enfermedad de Aujeszky, etc.)

Son motivos usuales empleados por la administración sin tener en cuenta la presencia de una gran carnívoro en los territorios que se mencionan. Creemos que cuando existe presencia de grandes carnívoros, en este caso en peligro de extinción, debemos confiar en su función reguladora. Algo que enriquece la biodiversidad y que otorga un prestigio en cuanto a la calidad de los ecosistemas presentes en dicho territorio. Las inversiones destinadas en planes cinegéticos en zonas ahora de exclusión deberían ir destinadas a la protección de estos grandes carnívoros. Con la modificación del plan cinegético aragonés para los Valles de Hecho, Ansó y Benasque se otorga un pequeño respiro para los osos instalados y un precedente ejemplar para otras regiones pirenaicas.