Día a día

Cérvidos en la noche. ¿Cómo fotografiarlos?

Este proyecto es uno de los que más horas de sueño me quita. Dejar el equipo tirado en el monte unas 300 noches de las 365 noches que tiene un año hace que te replantees nuevos sistemas para fotografiar en la noche. Uno de ellos es el que estoy probando actualmente. Se trata de realizar fotografías sobre la marcha. ¿!Y cómo se hace eso si es de noche y no se puede enfocar!?

Buena pregunta. Obviamente con este sistema debes olvidarte de toda la premeditación que conlleva disparar con barrera infrarroja. Es una fotografía más espontánea que te permite obtener mayor cantidad de resultados aunque de «peor» calidad. ¿Qué quiere decir esto? Que muchas fotografías salen desenfocadas, con la luz mal direccionada (obviamente no puedes disparar con el flash puesto en la zapata de la cámara).

Contando que trabajamos con un solo flash, éste debe ser colocado buscando cierto ángulo. El flash, el cérvido y el fotógrafo formará un triángulo, cada cuál empleando una angulación acorde a la intencionalidad de su fotografía. Esto implica colocar el flash a una distancia relativamente cerca del cérvido, unos 20m. y alejarte tú también del flash. Es necesario ajustar la potencia para que le alcance luz suficiente al sujeto así como el zoom del flash. Suelo trabajar con el zoom a 180mm y potencia 1/1 (la máxima). Esto hace que con el zoom del flash en modo tele la caída de luz sea menor y podamos captar al animal en cuestión bañado con una mínima luz. También trabajo con snuts (una especie de embudo que se coloca en la cabeza del flash para focalizar aún más la luz) para ello necesitas tener una gran puntería e intuición dirigiendo la luz. Aunque la potencia sea máxima al animal le llega una mínima porción de luz debido a la distancia lejana del flash. Hay que tener en cuenta que nunca dispararemos luz de frente al animal, principalmente por dos motivos: no queremos molestar al animal con un fogonazo de luz que, aunque esté lejos, puede causar que el animal huya. El segundo motivo es que los ojos van a salir blancos (ojos rojos en personas) debido al destello reflejado.

Todo este proceso hay que hacerlo con sumo cuidado y discreción. A ser posible sin luz de luna y valiéndote de una luz lo más tenue posible. Ellos lo interpretarán como la luz de un cuerpo celeste o un vehículo lejano. No hay que olvidar que los animales no son tontos! Siempre máximas precauciones. Me he encontrado con persona (no fotógrafos) que van con focos muy potentes de varios centenares de watios lo que causa que el animal quede deslumbrado y semi-paralizado. Es una mala práctica de gente que no entiende de respeto por la fauna salvaje, lo he visto especialmente en furtivos.

Para el tema de enfocar en la noche durante un rececho fotográfico lo explicaré otro día. Aún estoy desarrollando está técnica y queda mucho por mejorar. Trabajar con animales salvajes en la noche invalida las técnicas clásicas de enfoque nocturno (usar láser, linternas potentes, usar hiperfocal, etc.). Sobretodo juega con los elementos, apóyate en cambios de rasante para no ser visto, arbustos, muros, usa red de camuflaje y sigue poniendo en práctica aquellos consejos para fotografiar con luz diurna: no te pongas colonia, vigila la dirección del viento para que no te huelan… De noche los cérvidos tienen cierta tolerancia pero no abuses de ello, no te creas más inteligente, los espantarás.

Reflejos

Fotografia realizada previa preparación de bebedero, en febrero. El bebedero creado artificialmente fue realizado con un agujero en la tierra de medio palmo de profundidad y unos 50cms de diámetro, lo suficiente para realizar un encuadre bastante ajustado. No disponía de excesiva distancia para disparar con una distancia focal de 150mm (trabajo en un espacio reducido) aún así no quise sacrificar nitidez optando por un objetivo de peor calidad y pude solventar el problema introduciendo el equipo más adentro del hide (tienda de campaña).

El llenado del pequeño estanque se consiguió colocando un plástico en el agujero para que el agua no filtrase. Los primeros días cargaba agua desde casa pero era bastante engorroso llevar 4 litros montaña arriba. Poco después empecé a servirme de una zona de lodo en pendiente del cual emanaba un hilo de agua bastante depurada. Con ello llenaba las botellas y rellenaba el bebedero.

Después de varios días colocando flashes para conseguir el reflejo más nítido posible pude conseguir resultados satisfactorios de la garduña en el bebedero.

Salto de marta y garduña

Fotografías realizadas presencialmente durante la sesión de hide realizada de forma continua cada noche de los últimos meses de invierno. Una de las finalidades, aunque no el motivo principal, era realizar la clásica fotografía de estos mustélidos saltando. De todas formas tengo en mente mejorar esta toma captando al animal desde otros planos más oblicuos.

Fotografías realizadas con mando disparador previo enfoque y set de flashes a muy baja potencia cómo es habitual.

Nuevos avances en fotografía nocturna de mustélidos con nieve.

Seguimos avanzando y trabajando en esquemas de iluminación con tres flashes iluminando a estos pequeños animales nocturnos. Trabajando en técnicas como el doble enfoque en una misma exposición pero añadiendo también un reencuadre en la misma exposición. Algo complejo porque implica encuadrar el fondo en un lugar ajeno al sujeto, encajarlo con el sujeto y que ambos queden perfectamente nítidos y con una exposición correcta. Me llevará bastante tiempo conseguir resultados aceptables. Mientras estas son algunas tomas realizadas con técnicas cotidianas durante esta semana de invierno en mi hogar el Pirineo, cuidando no quemar las fotografías por la combinación de flashes y nieve.

Flashes entre 1/8 y 1/32 de potencia para no molestar al animal. Realizadas con el tamron a 150mm.

Corzo

Estoy siguiendo algunos rastros de zorro después de la gran nevada que ha caído en mi casa, a 1.500msn. De pronto doy con algunos corzos. Por la posición de sus orejas intuyo que ese ejemplar ya sabe que estoy aquí, seguramente me ha olido. Los demás corzos se ponen en alerta. Existe una resonancia límbica entre ellos más desarrollada que la de los humanos. Es capaz de transmitir emociones al resto de corzos sin usar ningún canal sensorial. Decido quedarme lo más estático posible, esperando que se vayan tranquilos mientras hago algunas tomas de vídeo. Apenas pueden moverse en zonas de nieve polvo, se quedan atascados cada tres o cuatros metros. Se van a su ritmo, decido no seguirlos para que no se estresen.

Marta

La ronda nocturna de la marta le sirve para visitar a diario las ubicaciones en las que sabe que encontrará alimento, como por ejemplo esta zona de montículos donde proliferan roedores. El encuadre estaba preparado para el zorro, el día antes había dejado un excremento sobre uno de los montículos, pero finalmente ha aparecido la marta y algunas garduñas en busca de roedores. Se me resiste el zorro nocturno pero en más de un año he hecho un «máster» en mustélidos que me ha permitido conocer esta especie en profundidad hasta cogerles cariño. Me gusta mostrarlos por redes porque sé que difícilmente alguien las cazará, a diferencia de los cérvidos que tengo cientos de fotos guardadas que no cuelgo por miedo a poder ser cazados. El reto de esta fotografía fue hacerlo con la Canon 1000D! Una cámara de 14 años de 10mpx.

Garduña

Primeros resultados con un nuevo sistema de fotografía nocturna hecho a mano, todavía en fase de pruebas. Utilizando luz continua, obligando a utilizar una ISO elevada desgraciadamente, y objetivos luminosos (50mm, F1,8) para compensar la carencia de luz, creando capturas con poca profundidad de campo. Después de más de un año trabajando con flashes he apostado por cambiar a un sistema de leds menos invasivo que los destellos del flash. A pesar de perder calidad fotográfica y definición, el animal se muestra más tranquilo. Utilizaré los flashes de forma eventual, mientras seguimos trabajando para consolidar este sistema de iluminación con leds, alimentado con placas para hacerlo más autosuficiente.

Garduña

Garduña camina por la nieve congelada, sobreviviendo a las frías noches por debajo de -10°C (1.650m), en su ronda habitual en busca de alimento. Llega el mes de enero y la hembra empieza a fecundar -ella sola- el esperma que retiene en su interior desde el pasado verano, cuando fue la época de celo (implantación retardada). En dos meses habrá nacido una nueva camada de mustélidos que nos brindarà nuevas tomas fotográficas como esta. 

Zorro

Zorro haciendo su ronda nocturna, curioso por el ruido del obturador y con una hoja en el hocico. Admirable cómo pueden aguantar las frías temperaturas nocturnas de este invierno en el Pirineo.

Captura en baja resolución.

Fotografía realizada con un solo punto de luz led. Cada vez me parece más práctico, menos invasivo y más estético reducir la iluminación a un solo punto de luz, muy habitual en la pintura de los grandes maestros de la luz como Caravaggio, Leonardo, Rubens… ayudando a conseguir volúmenes y cierto misterio al difuminar el sujeto con el fondo. A pesar de haber utilizado esquemas de iluminación tradicionales de 3 y 4 puntos de luz (flashes de contra para separar el sujeto del fondo, cenitales para simular la luna, laterales para jugar con los volúmenes…) estos dan un aspecto más similar a la fotografía de estudio, a veces poco verosímil con la luz natural que da la luna, más unidireccional.

Berrea

En estas últimas semanas he pausado el proyecto de Vida Salvaje Km 0 para abordar el inicio de la berrea en esta región del Pirineo. Una de las particularidades de la berrea «pirenaica» es la dificultad del terreno (extensas superficies con desnivel, zonas rocosas, climatología, acceso, etc.) Esto dificulta la posibilidad de hacer un rececho/acecho productivo. Al mismo tiempo, resulta bastante complicado realizar buenos desenfoques ya que aislar el ciervo del fondo es una opción imposibilitada por dichos desniveles. El teleobjetivo aplana las fotos y en pocas ocasiones he encontrado lugares apropiados para esta práctica a diferencia de otras zonas de la región española como la Dehesa, donde resulta más sencillo realizar desenfoques y acceder a los ciervos gracias a los safaris organizados por algunos fotógrafos profesionales en esos terrenos amables, casi sin desniveles. Una vez más, estos tours que se organizan por esas zonas privan al fotógrafo aficionado de aprender en el proceso de observación haciendo de éste un mero espectador del espectáculo, pero no un naturalista/conservacionista de las especies. Frecuentemente estos ciervos están acostumbrados a los humanos e incluso alimentados por ellos!

Escuchando los primeros berridos 2021, finales de agosto.

Dejando estos temas de lado, a través de un extenso trabajo de observación en estos dos últimos años he podido dibujar un mapa mental de las ubicaciones más adecuadas para la observación de la berrea. Zonas de difícil acceso componen este mapa mental que aborda cotas iniciales de 1.600m de altitud hasta los 2.200m. Dispongo de 3 zonas bien marcadas en este mapa mental: la Zona X, la Zona Y y la Zona Z… Qué original con los títulos! Estas nomenclaturas corresponden a mi afán por proteger la tranquilidad de esta especie.

Captura in fraganti realizada por el buen amigo Carlos

Zona X: se compone de un mapa muy extenso de varios valles donde me centro sólamente en uno (no me da la vida para más valles!). La cota inicial es de 1400m por lo que hay que andar cerca de una hora hasta la ubicación adecuada donde berrean los machos. A partir de aquí se acaba el calentamiento previo y empezamos a ascender metros de desnivel, entre 600 y 700m cada día de berrea fotográfica, para empezar a descender barrancos en los últimos minutos de luz diürna cuando ya no es posible fotografiar. Ubicación con machos imponentes que ascienden hasta cotas de 2400m. Pasando de valle en valle por cuellos que se encuentran a los pies de cimas de 2700m.

Macho a escasos 8 metros, encuadre original sin recorte, sin adivinar que detrás de la tela de camuflaje me encontraba yo.
Ampliación de un macho bastante «gordito»

Zona Y: la zona que más me gusta, la que visito a diario, mi patio de casa en algún lugar del Pirineo leridano. Buen acceso, me permite llegar hasta allí a pie y tras escasa media hora me planto en zona caliente de berrea aunque los berridos de los machos me acompañan durante el trayecto. Son machos a priori algo más jóvenes que en la zona X pero que dan mucho juego porque el espacio es más reducido y los lances son más frecuentes. En las últimas horas del día es una auténtica olla de ebullición. Me conozco cada piedra de esta zona compuesta por aproximadamente de 50% de bosque y 50% de prados subalpinos. Es mi pequeño paraíso solitario y cada día cruzó los dedos para que se mantenga así.

Una de las imágenes que más me gustaron por la atmósfera oscura de un bosque otoñalciervo en el bosque.

Zona Z: muy cerca de mi patio de recreo, en la ladera opuesta. Siguiendo la carena desde 1500m hasta los 2100m. Ubicación con machos escondidos en los pequeños bosques de abedules que salen para abordar a las hembras que pastan en los prados subalpinos. Momento en que se pueden fotografiar en su máximo esplendor. Esta ubicación es de peor acceso pero que a nivel personal me atrae por ser un terreno más versátil aunque más fácil de ser descubierto. Se componen de aprox. Un 40% bosques con senderos de ganadería y resto prados subalpinos.

Las ciervas también merecen su protagonismo.

Tras semanas de intensas esperas y cansancio, acumulando hasta 3000m de desnivel positivo en 7 días con 15kgs de material de montaña y fotográfico, damos por finalizada está berrea impresionante, donde he acumulado varias decenas de gigas en material fotográfico aún por procesar. Aunque suelo fotografiar en solitario guardo buenos momentos en compañía donde he podido compartir puntos de vista y seguir enriqueciéndome a nivel personal.

Tras esta breve descripción de mis zonas fotográficas preferidas me gustaría aclarar que la actividad fotográfica en época de berrea es una cuestión delicada. Por un lado desde varias entidades se intenta proteger esta época reproductora de la especie aunque, por otro lado, ha habido una avalancha de actividades sin precedentes para la observación de la berrea. Muchos guías independientes y empresas se han sumado al carro del turismo de fauna… no lo veo mal aunque se han producido hechos incongruentes como abatir machos a 3 kms de puntos de información en que se predica el respeto por esta especie. Supongo que ha sido una cuestión de fechas y no se pudo compatibilizar estas dos actividades: la caza y el turismo ecológico. Lo cierto es que se ha utilizado a este animal a nuestro antojo, lo usamos para atraer turismo familiar pero también lo usamos para atraer turismo de caza (trofeo de caza). Al final, sin entrar en detalles, el gran perjudicado es el ciervo que difícilmente tendrá una muerte natural… lo más probable es que cada macho llegado a una determinada edad una bala acabe con su vida. La obligación del fotógrafo, cuya obra aborde cuestiones conservacionistas, es enseñar la vida y costumbres de estas especies, que en su día fueron introducidas con fines cinegéticos. Quizá algún día nuestra labor fotográfica ayudará a entender estas especies como vidas, tan valiosas como las humanas, que merecen una protección natural sin la intervención humana. Se está viendo en determinadas zonas de la región española como el «turismo fotográfico» coge más relevancia que el turismo de caza aportando más ingresos a varias de las fincas privadas utilizadas anteriormente como cotos de caza. Poco a poco la labor del fotógrafo naturalista y conservacionista (no del fotógrafo de safaris) creará conciencia y ayudará a entender la naturaleza desde una perspectiva de respeto, en detrimento de la perspectiva actual de manipular los ecosistemas a nuestro capricho.

Próximamente intentaré realizar alguna captura de la ronca del gamo, para mí la vida son proyectos y afortunadamente de eso no me falta.

Capturas de mi instagram

Proyecto Vida Salvaje Km 0

Seguimos adelante con el proyecto Vida Salvaje Km 0 en el cual se pretende retratar animales salvajes a escasos metros/kms de casa, mostrando su realidad y algunas problemáticas que éstos sufren con la intervención destructora de la espécie humana sobre sus hábitats.

En este caso estoy tratando de retratar la garduña en pleno salto. Desde que ha comenzado el verano se han creado en los márgenes del Parque Natural campamentos de verano muy ruidosos con el entorno con señales evidentes de una migración de mustélidos hacia otras zonas más condensadas de especies. En este caso hay garduñas que han emigrado de su hábitat habitual ocupada por un campamento de verano, unas zonas de pradera con multitud de rocas donde dormían, hacia una zona boscosa que condensa varias especies de aves anidando. Es de preveer que está migración causará bajas en la población de aves que reside en el bosque (pico picapinos, cornejas, paseriformes, etc.).

Las garduñas y estas aves no están catalogadas como en peligro de extinción, aunque sí unos quebrantahuesos que anidaron a unos 250 metros de ascensión aunque no causará problemas dado la envergadura de estas aves, espero que tampoco a sus crías en un futuro.

toma realizada durante una de las noches

Seguimos progresando con el proyecto salto de garduña. Después de unos fracasos nocturnos, en 10 días la garduña no ha saltado, he decidido colocar la cámara de trampeo para dedicarme sólo a la observación de su comportamiento. He dado por sentado que saltaría sin problemas durante las sesiones pero no ha sido así. De esta manera hacemos un parón fotográfico para dedicarlo a la observación de la espécie y ver cómo reacciona a la plataforma que he construído con ramas secas. De momento funciona bien, ya está accediendo. Cuando esté más habituada colocaré la cámara.

Garduña sobre una rama

He fabricado un soporte que hace de pinza/trípode para la cámara haciendo que pase más desapercibida para la garduña.

Imagen de la cámara sobre un pinza
pareja de garduñas investigando

Paralelamente estoy haciendo seguimiento de un zorro con unos 8 avistamientos, conociendo un poco su ruta de depredación sin molestarla. También estoy siguiendo dos machos adultos de ciervo aún con la piel vellosa en sus astas. He podido ir trazando mentalmente una ruta más o menos habitual de estos cérvidos aunque no son individuos muy predecibles.

Macho en los márgenes de un prado

Dificultades: resulta difícil elaborar una buena composición aunque de momento no es mi objetivo hasta que la garduña esté habituada a saltar, luego ya haré modificaciones para estudiar una fotografia final.

– Plataforma de salto inestable, ya solucionado.

– Parece obvio pero la garduña no saltará si no le interesa el alimento que hemos colocado previamente.

– Días con barro la garduña probablemente no vendrá.

Estudiando a la garduña

Estas últimas 2 semanas estuve realizando pruebas en una nueva ubicación. Llevaba tiempo realizando ensayos fotográficos en una ubicación con peor acceso, llena de abedules y barro pero en la que creí que obtendría buenos resultados. Dos semanas han sido suficientes para corroborar que mis expectativas no eran buenas.

La nueva ubicación consta de un tronco vacío y caído por el cual se mueven algunas garduñas buscando cobijo, protección o simplemente como zona de juego. He estado probando varios esquemas de iluminación (imagen) para iluminar tanto la entrada como el interior del tronco con resultados positivos. El 70% de las noches apareció como mínimo una garduña.

He estado realizando seguimiento y observación sobre el terreno siendo imposible, como era de esperar, dar con ellas en horas diurnas aunque sí algún zorro y ardilla. He optado por instalar la Barrera infrarroja que fabriqué, la Canon 6D con una lente de 50mm de focal fija y pre-enfocada a un punto determinado en el cual creo que la garduña puede mostrar mayor porción de cuerpo (que saliera de cuerpo entero sería perfecto). El esquema de luces básico consta de un flash cenital a 1/16 de potencia y 24mm ubicado a unos dos metros, un contraluz a 1/8 y 35mm ubicado a mayor distancia para marcar la silueta. También flash frontal a muy baja potencia (1/32 o 1/64) con un snoot casero (con la funda del flash) para rellenar las sombras duras que puedan quedar sobre la garduña y sobretodo para iluminar el interior del tronco que le dará mayor textura a la foto y restará negros empastados. De momento continuaremos trabajando con este esquema hasta obtener buenas tomas en la que la garduña se muestre tranquila y colaboradora.

Primeros resultados, tras corregir varios problemas de iluminación en días anteriores. Canon 6D 50mm – 1/160 – F5.6 – 800 ISO

Dificultades: la mayor dificultad de este proyecto reside en realizar un buen esquema de iluminación. Al haber un elemento que interfiere absolutamente en la composición (tronco) he tenido que colocar uno de los flashes y la cámara dentro del tronco para lograr el efecto ‘cueva’ deseado.

-Otra dificultad es que son animales salvaje (nunca utilizo hides de pago en que el animal aparecerá cada día porque existe una persona que lo ceba y hace el trabajo por ti).

-Lo que esto conlleva es que algún día me he encontrado destrozos (cable comido, flashes y cámara tirados, etc) en tan sólo diez días.

-Es una zona subalpina(1.500m) y las vacas del Pirineo también colaboran a realizar destrozos y espantar las garduñas en horas críticas.