Canelle, en nuestro recuerdo
Por Jesús-Pau Vázquez Vilardell
El día 1 de noviembre de 2004 Canelle, la última osa autóctona del Pirineo, tras siglos de persecución de la especie, fue asesinada por un cazador.
19 años después, los asesinatos y envenenamientos en el Pirineo siguen provocando una disrupción ecológica que causan desequilibrios ecosistémicos sin precedentes. La caza descontrolada, furtiva y por ocio es el auténtico cáncer del planeta. ADLO denunciará cada irregularidad que perjudique la dañada biodiversidad existente en nuestro territorio.
19 años sin nuestra última osa autóctona del Pirineo, así finalizó una historia de extinción como ocurrió con el lobo décadas antes. Así empezó el declive de nuestra biodiversidad. Desde que no existen lobos, y desde que la población osera quedó disminuida en un pequeño reducto, las plagas de otras especies han destruido campos de cultivo, han provocado accidentes de tráfico y están dificultando la convivencia de la fauna salvaje con la actividad humana. Imposible culpar a jabalíes, corzos, conejos… por los destrozos que están provocando en la actividad agro-económica. La culpa la tenemos los humanos por interferir negativamente en la demografía de estas especies, contribuyendo a crear desequilibrios poblaciones de tal magnitud.
Canelle, deseamos que perdures en el recuerdo de aquellos afortunados que lograron conocerte pero también para los que vinimos después, fuiste un referente que nos incitó a la movilización y a la acción. Nuestro trabajo lo dedicamos a tu memoria, pero también a la de tantos osos y lobos asesinados hasta la extinción simplemente porque “molestaban”. Canelle, una historia de extinción que impulsó un cambio de mentalidad en muy pocas personas, ciertamente. Los habitantes del Pirineo no quieren saber nada de osos, nosotros estaremos aquí para dar la cara por ellos y recordar que son imprescindibles para mantener un Pirineo vivo. Canelle, siempre en nuestro recuerdo.
